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Spotify : Moviendose en la dirección correcta

Spotify: No es perfecto pero se acercaSpotify anuncia la posibilidad de descargar canciones a tu ordenador para escucharlas offline al igual que es posible hacerlo con su aplicación para iPod/iPhone y Android. Este servicio está disponible para usuarios Premium, es decir los que pagan 10 euros al mes.

Yo soy usuario premium de Spotify practicamente desde el día que lo conocí. Desde entonces estoy encantado con la aplicación, con la variedad de canciones que me ofrece y lo que es mejor, la disponibilidad inmediata.

Ahora mi música está donde yo quiero, en la red, disponible para mí las 24 horas del día, sin descargas, sin ocupar espacio en mi disco, sin preocuparme de hacer copias de seguridad. Le doy al play y a escuchar. Desde ahora además podré seguir escuchando mi música favorita cuando esté sin conexión a Internet (al menos sin adsl ya que con las tarifas de datos de las telefónicas en España es imposible pensar en escuchar música vía 3G).

El único problema es que las canciones se descargan en un formato propietario y solo es posible reproducirlas empleando el propio reproductor de Spotify. Este tipo de medidas trasnochadas y caducas creo que tendrán que ver más con exigencias de las discográficas que del propio Spotify.

Esta claro que el futuro de la distribución musical pasa por modelos como el de Spotify y me atrevo a aventurar iniciativas similares de iTunes si no quiere que Spotify le destrone como rey de la música en la red.

A casi nadie le apetece ya tener que mantener gigas y gigas de discos llenos de música que deben desplazarse contigo para estar disponibles en todas partes (casa, trabajo, coche, metro....) incluso aunque podamos descargarlos de redes p2p de forma legal. Por el precio de un disco duro (que tardas en llenar un solo mes) tienes todo un año de música disponible allí donde vayas. Infinidad de artistas, discografías, rarezas, caras-b, versiones, recopilaciones, etc...

Mientras las discográficas han gastado millones de dolares en demandar a sus clientes y en inventar sofisticados sistemas de protección anticopia que eran crackeados horas después de salir al mercado, empresas como iTunes primero y Spotify después invirtieron su dinero en crear lo que los usuarios demandamos: formas cómodas y baratas de acceder a la música.

Ahora hace falta que la usabilidad del reproductor de Spotify mejore y se convierta en un reproductor más social.